Historia del Hotel Balneari Prats
En Caldes de Malavella, el Hotel Balneari Prats se erige como un testimonio viviente de la rica herencia histórica de la región. Desde sus inicios en la época romana, cuando era conocido como "Aquis Voconis" o "Aquae Calidae", hasta convertirse en el elegante balneario que es hoy, este lugar ha sido un santuario de curación y rejuvenecimiento.
Descubre cómo este enclave, con su historia impregnada de tradición y transformación, ha evolucionado para ofrecer a sus visitantes una experiencia única de bienestar y serenidad.
El legado del Hotel Balneari Prats:
Desde tiempos inmemoriales, las aguas termales de Caldes de Malavella han atraído a peregrinos y viajeros en busca de sus propiedades curativas.
A lo largo de los siglos, desde el asentamiento romano hasta la floreciente era burguesa del siglo XIX, el Hotel Balneari Prats ha sido un refugio para aquellos que buscan sanar y rejuvenecer.
Hoy, este histórico balneario y hotel continúa acogiendo a visitantes de todo el mundo, brindando un ambiente familiar y tranquilo que invita al descanso y la revitalización.
El legado del Hotel Balneari Prats: Un tesoro termal a lo largo de los siglos
Desde tiempos inmemoriales, las aguas termales de Caldes de Malavella han atraído a peregrinos y viajeros en busca de sus propiedades curativas. A lo largo de los siglos, desde el asentamiento romano hasta la floreciente era burguesa del siglo XIX, el Hotel Balneari Prats ha sido un refugio para aquellos que buscan sanar y rejuvenecer. Hoy, este histórico balneario y hotel continúa acogiendo a visitantes de todo el mundo, brindando un ambiente familiar y tranquilo que invita al descanso y la revitalización.
Zona de paso de la Vía Augusta, Caldes de Malavella se convirtió en lugar de peregrinaje en la época romana, debido al reconocimiento de sus aguas termales. Con el nombre de «Aquis Voconis o Aquae Calidae», se convirtió en el siglo II AC un centro de asentamientos donde se disfrutaba de las propiedades curativas de sus aguas.
Posteriormente se establecieron los núcleos termales en los manantiales del «Puig de les Ànimes» y de la colina de «Sant Grau» para efectuar curas hidroterapéuticas.
La caída del Imperio romano y las invasiones visigodas y sarracenas conllevaron el despoblamiento de Caldes. Con la llegada de los francos, la antigua villa se repoblaría a través de un sistema que permitía a los campesinos ser amos de sus tierras, hecho que se modificaría con el inicio del feudalismo del s.XI, y que revocaría Jaime I.
El pueblo vivía de tareas agrícolas hasta que en el s.XV se confirma el efecto curativo de las aguas termales al mismo hospital de pobres, construido sobre antiguas termas romanas. Tras la Guerra de Sucesión, el siglo XVIII da lugar a una etapa de crecimiento con la recuperación de la actividad termal de la villa.